En ocasiones el niño o adolescente puede presentar conductas que provocan impotencia y sensación de falta de control en los progenitores. Estas conductas se caracterizan por: agresividad, enfado, irritabilidad, discusiones y actitudes vengativas con una o varias personas del entorno familiar y escolar. Esto dificulta la convivencia y el normal funcionamiento familiar y social, además de poder ocasionar conflictos con la ley. La preocupación de los progenitores crece al advertir que el comportamiento de sus hijos se encuentra en una “escalada” y, en ocasiones, puede exponer a personas externas y a ellos mismos.

En Lateral Psicología, ofrecemos un tratamiento específico para detectar las causas de este comportamiento en el niño y el adolescente. Trabajamos desde el reconocimiento de su propio comportamiento y la responsabilidad subjetiva frente a los límites que traspasa. Uno de nuestros objetivos es desarticular los mecanismos de lucha por el poder que se organiza en este tipo de personalidades.