Se trata de situaciones en el contexto escolar donde los pares ejercen violencia verbal y, en ocasiones, físicas en un compañero de forma continuada. Se establece un par de poder sometimiento-sumisión que lleva a crisis emocionales severas en el niño que lo está sufriendo, ya que su aprendizaje no se desarrolla en un contexto seguro. Esta situación se ve agravada por la violencia pasiva de compañeros y docentes que no intervienen en la situación.

En el año 2017, se denunciaron 1.054 casos de acoso escolar según datos recogidos por el Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil y cuerpos de Policía Local. Cada año se observa un incremento del número de casos de estudiantes que sufren acoso en las aulas. El incremento de las cifras de acoso escolar, conlleva una dificultad para abordar estratégicamente los casos en las escuelas e institutos y el ambiente general en las aulas se convierte en amenazante.

En Lateral consideramos que lo más importante en primer lugar es proporcionar un espacio seguro y de contención al niño/adolescente que está sufriendo esta situación. Es necesario trabajar en conjunto con el colegio y los familiares para crear una red segura. Tras esta primera etapa, el objetivo de la terapia será que el menor pueda liberarse de la agresión y los miedos suscitados durante el acoso.